Más de 40
millones de personas en pobreza extrema. La tasa de mortalidad infantil más
alta de los 20 países más ricos, una de las tasas más elevadas de pobreza
infantil en el mundo desarrollado, con un 21 %. Exorbitantes tasas de
desigualdad de ingresos y de encarcelamiento.
El relator
especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Philip Alston, a la
cabeza de un panel experto de Naciones Unidas, recorrió Estados Unidos durante
meses, visitando Puerto Rico, Washington, Alabama, California, Georgia,
Virginia Occidental y otros estados. Lo que documentaron fue un círculo vicioso
caracterizado por la criminalización de la pobreza.
El informe
completo, presentado recientemente en Ginebra, Suiza, durante la Sesión del
Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDHNU), también destaca graves
violaciones de derechos humanos, desde la situación desesperante de los
aborígenes americanos, hasta la eliminación sistemática del derecho de voto de
minorías y actitudes discriminatorias que reflejan la perpetuación de la
mentalidad esclavizadora de las élites norteamericanas.
Según
Alston, uno de los problemas más graves en Estados Unidos es que una vasta
mayoría de personas cree que los pobres son pobres porque lo merecen.
La
respuesta del Gobierno de Donald Trump fue criticar este reporte, llamándolo
falso y afirmando que es ridículo que la ONU analice la pobreza de Estados
Unidos, en vez analizar la pobreza en el tercer mundo. No olvidemos que
Washington abandonó recientemente el CDHNU ante las críticas.
Todos los
países del mundo han acordado que tienen que responsabilizarse por cuestiones
de derechos humanos. Un país como Estados Unidos se inclina a cuestionar a
países como China, Rusia, Vietnam, Cuba y muchos otros por este tipo de temas.
Pero para muchos llegó la hora de cuestionar a Estados Unidos.



No hay comentarios.:
Publicar un comentario