lunes, 24 de abril de 2017

 Mario Carroza: dictó traslado definitivo de 23 reos a Colina 1



El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago Mario Carroza:  dictó traslado definitivo de 23 reos condenados por crímenes de lesa humanidad (todos acusados por los secuestros y asesinatos de 5 ex frentistas 1987 ) por lo que ya fueron notificados y serán  trasladados A CÁRCEL COLINA 1 dentro de un plazo de las próximas semanas. En tanto 4 generales condenados por la misma causa permanecerán en el recinto privilegiado de Punta Peuco.

Uno de los condenados es: Luis Arturo Sanhueza Ross quien se encuentra Prófugo y en Rebeldía.  Su familia señaló que no tienen conocimiento de su paradero, por lo que hasta el cierre de esta edición no ha sido notificado.

Ésta es una historia que abarcó varios episodios (...) secuestros y muerte de 5 ex frentistas; que Agentes de la CNI y Militares  mantenían secuestrados como "canje" para exigir la libertad del ex coronel Carreño quien permaneció 3 meses retenido por un grupo de ex frentistas, y posteriormente dejado en libertad en Brasil.

En este contexto aquí  funcionaron diversos organismos y agentes del estado, y producto de eso es la cantidad de personas condenadas y sometidas a proceso, y tantos años para tramitar, aquí se ocuparon aviones del comando del ejército, y finalmente los 5 secuestrados fueron trasladados en Helicópteros  y sus cuerpos lanzados al mar.  señaló Carroza.

Arrojados al mar

En la etapa de investigación de la causa, el ministro en visita Mario Carroza logró establecer que las cinco víctimas fueron secuestradas por agentes del Estado en represalia por el secuestro del coronel de Ejército Carlos Carreño, y hechas desaparecer en un operativo conjunto entre la CNI, el Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE) y el Comando de Aviación del Ejército, arrojando sus restos al mar en las costa de Quintay.

"Con ocasión del secuestro del Coronel del Ejército Carlos Carreño Barrera, acaecido en Santiago el 1 de septiembre de 1987, funcionarios de la Central Nacional de Informaciones participaron en un operativo planificado previamente con el propósito de vigilar y seguir a determinadas personas.
Entre el 9 y 10 de septiembre del mismo año recibieron instrucciones de detener, sin orden judicial, a cinco miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, elegidos de entre los archivos institucionales, para eventualmente canjearlos por dicho oficial. Actuaron mediante equipos organizados y concertados por un mando general, comunicándose mediante claves para ocultar sus autorías y evitar ser descubiertos por terceros.

Las personas retenidas fueron interrogadas y mantenidas ocultas bajo custodia en el cuartel Borgoño de la referida entidad, sin intención alguna de ponerlas a disposición de la judicatura respectiva.
Durante el período que permanecieron en el Cuartel Borgoño, equipos operativos comandados por oficiales y efectivos del Batallón de Inteligencia del Ejército, unidad perteneciente a la Dirección Nacional de Inteligencia del Ejército, comisionados para participar en la investigación destinada al esclarecimiento del secuestro del Coronel Carreño, establecieron una coordinación oficial con la Central Nacional de Informaciones, permitiendo que algunos de sus agentes frecuentaran y permanecieran por varios días en dependencias inmediatas de los calabozos, con pleno conocimiento de que en dichas instalaciones se mantenía a personas recluidas prolongadamente en forma ilícita, y obtener con ello informaciones de inteligencia.

Antes de la liberación del Coronel Carreño en Brasil y no siendo posible efectuar un canje, se decide por estos organismos de seguridad la eliminación de los detenidos y, para ello, organizan un operativo que permite sacar los 5 cuerpos como bultos del recinto en que se encontraban privados de libertad, al parecer sin vida o previamente drogados, y fueron transportados en un helicóptero del Comando de Aviación del Ejército desde el Fuerte Peldehue hasta las costas de Quintay, donde finalmente se arrojaron sus cuerpos al mar atados a durmientes.

De lo anterior no puede sino concluirse, por la envergadura de la operación, en la cual hubo distintas etapas, como la detención, reclusión posterior en el cuartel Borgoño, el interrogatorio a que fueron sometidos, la búsqueda de durmientes, la petición de un helicóptero y posteriormente el traslado de los cuerpos a las costas de Quintay a fin de arrojarlos al mar, que en tales operaciones no solo participaron agentes que conformaban la CNI, sino también miembros del Batallón de Inteligencia perteneciente a la Dirección de Inteligencia del Ejército y del Comando de Aviación de la misma institución, operativos que la línea de mando militar de las organizaciones aludidas no pudieron desconocer ni dejar de controlar, toda vez que se trata de una institución con poder jerarquizado, en la cual existe una línea vertical y directa de mando.

Por lo mismo resulta del todo razonable pensar, por las informaciones recopiladas en la causa, que estos cuerpos correspondan a las personas secuestradas, las cuales al haber sido lanzadas al mar no fueron ubicados ni identificados", detalla el fallo del máximo tribunal.


Equipo Piensa Prensa Abríl 24 2017

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Piensa Prensa

Convocatoria "Cartografías emergentes. Estéticas del espacio público de Santiago en el marco de la revuelta social y la pandemia 2019-2021"

La Facultad de Artes de la Universidad de Chile Invita:  El proyecto:  Cartografías emergentes. Estéticas del espacio público de Santiago en...